No es el mejor día cuando te dicen que tu coche es siniestro total. No solo porque probablemente haya sufrido daños importantes, sino porque empieza un proceso donde entran en juego números, informes y aseguradoras… y ahí es cuando empiezan las dudas. ¿Qué me van a pagar? ¿Estoy obligado a aceptar? ¿Y si el accidente no fue culpa mía?
Desde Cautos te decimos que, si estás pasando por esto (o quieres estar preparado), te conviene entender cómo funciona este tema del siniestro total del coche, qué indemnización te puede corresponder y qué dice la ley si no estás de acuerdo con lo que te ofrecen.
Vale, pero… ¿qué es exactamente un siniestro total?
Básicamente, tu aseguradora dice: “no merece la pena reparar este coche”. Esto puede pasar por varias razones. A veces, porque arreglarlo cuesta más de lo que vale. Otras veces, aunque no llegue a tanto, simplemente ya no es seguro circular con él.
Esto suele darse en choques fuertes, pero también pasa con coches que han sido inundados, quemados o incluso robados y luego encontrados en mal estado. En cualquier caso, el coche queda fuera de juego, y lo que toca ahora es hablar de dinero.
La indemnización: ¿cuánto me corresponde?
En estos casos, lo habitual es que te ofrezcan el valor venal del coche. Que no es lo que tú pagaste ni lo que tú crees que vale, sino lo que, según mercado, costaba justo antes del accidente.
Esto se calcula con varios factores: cuántos años tiene, cuántos kilómetros lleva, el modelo, el estado general… Es decir, un número que intenta reflejar cuánto valdría si lo vendieras en ese momento.
Eso sí: si tenías una póliza con mejoras (como valor venal mejorado o incluso valor de nuevo), podrías recibir algo más. Pero si no, prepárate para que sea un importe que probablemente te parezca bajo.
¿Y si no estoy de acuerdo con lo que me dan?
Aquí entra algo que poca gente conoce: el artículo 38 de la Ley de Contrato de Seguro. Este artículo dice que si tú y la aseguradora no estáis de acuerdo con la indemnización, ambos podéis nombrar un perito. Si los dos peritos no se ponen de acuerdo, se nombra un tercero, y entre los tres deciden.
Se llama tasación contradictoria, y no hace falta ir a juicio (aunque, ojo, si después no estás conforme, aún puedes impugnar). En resumen: no tienes que tragar con la primera cifra que te digan.
¿Y si el accidente fue culpa del otro?
Pues cambia bastante. Cuando el responsable del accidente es otro conductor, y eso está claro (hay atestado, testigos, o ha sido reconocido), no es tu aseguradora la que paga, sino la suya.
Esto se conoce como siniestro total con culpa del contrario, y ahí puedes exigir una compensación más cercana al valor real del coche. Incluso, en algunos casos, un coche de sustitución mientras se resuelve todo.
En estos casos, puedes reclamar al seguro del culpable y obtener una indemnización por siniestro total vehículo más adecuada al valor real del coche.
Eso sí, aquí también hay que saber moverse, porque las compañías tienden a ofrecer lo mínimo, aunque no seas el culpable.
Algunas reflexiones finales
Un siniestro total coche no solo es perder tu vehículo. Es también enfrentarte a una valoración, una negociación, y muchas veces, a decisiones poco transparentes. Si no conoces tus derechos, es fácil que salgas perdiendo.
Y si el siniestro total del vehículo te ha pillado sin culpa, aún más razón para reclamar lo justo. La ley te ampara, pero no siempre te lo van a poner fácil.
¿No sabes por dónde empezar tras un siniestro? En CAutos te echamos una mano: te asesoramos para que no aceptes menos de lo que te corresponde, y si estás pensando en comprar un coche tras la pérdida, revisamos vehículos de segunda mano para que evites problemas desde el principio. Más vale hacerlo bien, que volver a empezar mal.