Los vicios ocultos en vehículos hay que tenerlos muy en cuenta a la hora de comprar un coche de segunda mano, ya que a largo plazo pueden darnos muchos quebraderos de cabeza.
En la peritación judicial de vehículos, los vicios ocultos son uno de los motivos de disputa entre vendedores y compradores, por eso es muy importante contar con un profesional que examine el coche de ocasión antes de adquirirlo y así evitar tener que llegar a ese punto.
Vicios ocultos en un coche: ¿qué son?
Los vicios ocultos de un coche son defectos del vehículo que no son visibles a simple vista y que impiden un uso normal del mismo y que, de haberse descubierto antes de la compra, sin duda no se hubiera adquirido nunca o, al menos, hubiera afectado al precio final.
Una característica importante de los vicios ocultos es que no se perciben a simple vista, es decir, que el vendedor puede no saber que existen y el comprador no lo ha detectado antes de la compra. Para que se pueda considerar un vicio oculto deben darse tres requisitos:
- Que se trate de un daño o avería y que, de haberlo detectado antes de la compra, el precio del vehículo no fuera el mismo.
- Que el daño o avería hayan sido producidos antes de la compra del vehículo.
- Que el daño no pueda ser detectado por el comprador a no ser que sea un profesional.
Tipos de vicios ocultos
Hay muchos tipos de vicios ocultos, desde averías en elementos como la caja de cambios, el motor o elementos eléctricos como el sistema multimedia, la capota, hasta daños por impacto que afecten a la estructura del vehículo, entre otros.
En cuanto a los daños en el motor o sistema electrónico, un profesional experimentado investigará cualquier defecto antes de la compra del vehículo utilizando una máquina de diagnosis del vehículo. Estos dispositivos chequean la centralita del coche y detectan cualquier error que los técnicos analizarán para ver si puede tratarse de una avería importante.
Ejemplo de vicios ocultos en un coche
El ruido de la cadena de la distribución es uno de los vicios ocultos más comunes en coches de segunda mano y solo un profesional cualificado puede detectarlos y comprobar si la misma se encuentra en buen estado. Un indicador básico de que este elemento tiene problemas es el famoso ruido de “cadeneo” que suele producirse cuando hay averías como el destensado hidráulico o el estiramiento de la cadena.
Otro tipo de vicio oculto habitual son los fallos de inyección por mal mantenimiento o el empleo de combustibles de baja calidad. Si al vehículo le cuesta arrancar en frío o en caliente o se escuchan sonidos extraños cuando arranca o incluso fuertes vibraciones, puede significar que el vehículo tiene problemas en el sistema de inyección que pueden ir desde los inyectores, el circuito de inyección o incluso la propia bomba de inyección.
Coches afectados por vicios ocultos
Estas son las situaciones de compraventa donde más suele haber coches con vicios ocultos:
Compraventa entre particulares
Este tipo de compraventa está regulada por el Código Civil y establece dos sistemas que defienden al comprador. Por un lado, si el vehículo que se ha adquirido está inutilizable o el coste de reparar la avería supera al valor de compra, el vendedor habrá incurrido en un incumplimiento de contrato por vender un bien inhabilitado que ni siquiera puede circular. El comprador tendrá que acreditar los defectos y podrá exigir al vendedor la recuperación de su dinero o la reparación de la avería.
En el caso que el coche tenga una avería considerada como vicio oculto pero que su reparación no supere al valor de la compra, el vendedor estará obligado a reparar los defectos.
Vehículos de ocasión de concesionarios
Si se ha comprado un coche de ocasión en un concesionario y tiene vicios ocultos habrá que tener en cuenta la Ley General Para la Defensa del Consumidor que en su Artículo 123 dice que el vendedor deberá responder de los defectos que pueda tener el vehículo en un plazo de dos años desde la compra. En los productos de segunda mano se pueden pactar plazos menores de garantía, pero no deberá ser menor de un año.
¿Cómo se puede demostrar un vicio oculto en el coche?
Si encontramos un vicio oculto en un coche de segunda mano deberemos informar al vendedor por escrito. En caso de que el vendedor no se haga responsable, presentaremos un informe pericial redactado por un profesional experto en vicios ocultos, en el que explique el daño, su causa y un importe aproximado de su reparación.
Si el vendedor sigue sin hacerse responsable se puede presentar una demanda judicial con la ayuda de un abogado especialista en estos casos. La ley está de parte del comprador y, dependiendo de lo que decida el juez, se puede conseguir la devolución de parte del precio del coche, el abono de la reparación o incluso la cancelación de la compraventa con la devolución íntegra del precio del vehículo. También se podrá dar el caso de que el vendedor tenga que hacerse cargo de las costas judiciales, honorarios de los peritos, abogados, procuradores, etc.
En la compra-venta entre particulares, el comprador solo dispone de seis meses para reclamar un vicio oculto, una vez pasado ese periodo de tiempo será prácticamente imposible conseguir una compensación. En la operación de compra-venta con un vendedor profesional este plazo no podrá ser inferior a 1 año. También hay que tener en cuenta que el vicio no debe ser detectado fácilmente y, en el caso de que el comprador sea un profesional de la automoción, debería haberlo detectado y la reclamación será desestimada.
En CAutos.es somos expertos en la peritación profesional de vehículos de segunda mano. Solicita una revisión con nosotros y cuéntanos el coche en el que estás interesado y dónde se encuentra. Uno de nuestros peritos se desplazará para examinar el vehículo y ofrecerte un informe completo de su estado y el precio que deberías pagar. ¿Hablamos?